Como podéis comprobar ha quedado Jukificamente demostrado que las mujeres, por el simple hecho de ser mujeres, no tienen que saber peinarse LEÑEEEE…!!!
Yo soy muy mujer y por mucho que lo intento acabo
pareciendo un cuadro de Pollock con el pelo aplastado y los goterones de gomina
por la cara. A pesar de llevar mi pelo siempre arreglado solo soy capaz de
peinarlo 1 de cada 5 días, cosa que a Kina no le ocurre, ella es capaz de
peinarse 4 de cada 5 días… y el quinto día... uy el quinto díaaaa… a nadie le
gustaría ser el quinto día…
Coge su armamento nuclear y, preparada para una guerra
psicológica, una guerra que no todo el mundo está preparado para soportar, ataca. Ataca con rabia a un pobre pelo desvalido al cual quiere someter por la
fuerza, flin! flan! pantene por aquí, pun! pan! llongueras por allá, y nada, después
de 5 minutos más de lo normal ha llegado el fin de la guerra, y ese es el día
que dice “hoy no he conseguido acomodar el pelo”, ese día está divina de la muerte.
En ese momento en el
que ella termina yo todavía estoy decidiendo si gomina o espuma… si gorra de
Assassin’s creed o de Angry birds, pero lo que está claro en este caso es que
ser mujer no me ayuda a la hora de peinarme. A mi hermano ser hombre no le
sirve para orientarse y a mi gata ser peluda no le ayuda a no tener frío.
Lo
que está claro amig@s es que nuestro sexo no nos dice que se nos debe de dar
bien y que se nos debe de dar mal, excepto el sexo, el sexo siempre se le da
mejor a las mujeres.
Gracias por visitarnos
Kina y Juka